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«¡Oh María!, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma.».
Madre mía, luz defensora, la Llama de Amor de tu inmaculado corazón, triunfará en medio de nuestros tormentos.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor. Amen.
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de todo peligro y de todo mal. envía a tus Santos Angeles y Arcángeles para que me acompañen a lo largo del camino. Amén.
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José Ilumínanos, socórrenos y sálvanos. Amén.
Oh María Virgen Poderosa, grande e ilustre defensora de la iglesia singular auxilio de los cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla, tu sola haz triunfado en todas las herejías del mundo , Oh Madre en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros,
Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría.