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En el Japón de la era Heian existía la tradición de "la carta de la mañana siguiente" (後朝の文, kinuginu no fumi). Tras compartir una noche de amor, llegaba la separación y nada más volver a casa el amante escribía una carta con un sentido poema al que ella tenía que responder.
Dos años después llegaba 'Botes de carga en mar agitado' (1805), que se acerca aún más al grabado famoso de Hokusai. Para un japonés la composición es impactante porque ellos "leen" los grabados de derecha a izquierda y visto así, todo parece empujarte hacia esa gran ola.