Anaさんのイラストまとめ

De esta época en la que Frida comenzó a pintar de forma autodidacta a familiares y amigos, es el retrato de Alicia Galant, una de sus amigas y vecinas de Coyoacán.
En el reverso escribió “Mi primera obra de arte, Frida Kahlo 1927”, comenzando a verse a sí misma como pintora.

La Piedad Desplá (1490), obra cumbre de Bartolomé Bermejo, contiene un increíble catálogo con más de 70 plantas y animales. La identificación de las especies se llevó a cabo por un equipo de botánicos y zoólogos de la Universidad de Barcelona durante la restauración de la obra.

Respecto al vínculo que surgió entre ambos después de este encuentro, Clerge escribió “Mis retratos de saltimbanquis, realizados con el espíritu de sus Arlequines, lo habían conmovido ...

La familia de saltimbanquis Picasso, 1905
Desfile de La Grande,Clergue, 1955

Y para terminar, este detalle de la celda de San Francisco, que resume la especial mirada de estos artistas del XIX que tanto me gustan. Me resulta sorprendente que no sea de la Iglesias más visitadas de Madrid, muchos turistas hacen cola en la Almudena y no descubren esta joya.

Deliciosos detalles de la decoración de Contreras...

Su calidad se aprecia mejor en los detalles dado el estado de conservación.

Hans Baldung

Artista muy prolífico y versátil, formado con Alberto Durero,además de escenas religiosas y retratos,destaca por la temática alegórica, las representaciones de la muerte y la brujería,tan evocadoras en estas fechas 👇

Two Witches,1523
Instituto Städel de Fráncfort

Suena un interruptor (será la monja que me ha seguido sigilosa) y se ilumina la pared a mi espalda. Me giro: los ángeles que Cavallini pintó en el tránsito del s. XIII al XIV cobran vida batiendo sus coloridas alas sólo para mí...

del convento y una empinada escalera que desemboca en la penumbra de una gran habitación rectangular y alto techo abuhardillado.En una de las paredes,tupidas celosías corridas se abren a bastante altura sobre la nave central de la basílica para asistir a los oficios discretamente

La vieja puerta no indica nada y pulso el timbre con poca convicción; pero se abre y una joven monja me recibe tras una mesita: 2,50 euros para ver los frescos y ayudar a su conservación. Un estrecho pasillo, una zona acordonada tras la que se vislumbran las misteriosas estancias