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La presión de los exámenes, el exceso de actividad física y la noticia de su boda hicieron que la pobre Tilly tuviera un desmayo.
Por suerte no pasó a mayores y los mellizos están bien, pero tiene que guardar mucho tiempo de reposo si no quiere perder su embarazo.
Con una barriga que crece rápido, todos los compañeros de Tilly se dieron cuenta de su embarazo.
Algunos se burlaban pero por suerte tenía a sus amigas que siempre la apoyaban en todo, además de que su maestra de lengua era muy comprensiva con ella.