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Los engendros no existían en el Primer Milenio, en vez de ello, nacieron como venganza de los caþ'dōrgule ante Dêter. El Fuego Negro plantado en el Hombre ahora tenía la opción de consumir a su esencia, lo que daba lugar a bestias poderosas dignas del Borokhail
"¡LA BRUJERÍA ES LO MÍO. YO NO PERTENEZCO EN LAS KATLĀNTYA, YO PERTENEZCO EN LAS CHOZAS DE PLATA, ALLÍ DONDE CON SANGRE, SALMUERA Y OJOS DE SALAMANDRA HAGA LAS POCIONES MÁS POTENTES QUE NIAM HAYA VISTO JAMÁS!"