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Una cosa que le sabemos a los mexicas con claridad es que les encantaba despechugar a la gente para sacarles el corazón y que la sangre era lo más precioso/valioso que se podría ofrendar. Pero ¿Por qué?
Los mexicas eran sinceros con los niños, aunque éstos no les entendieran. Por ejemplo, al nacer, lo primero que hacían tras cortarle el cordón umbilical era abrazarlo y decirle "La vida es dolor" y que le iría mejor si tenía una muerte violenta en guerra o sacrificio humano.