Después de todo, de ponerme el caramelo en la boca dos veces, de tirarme un día de viaje improvisado para media hora de entrevista, de darme buenas expectativas, han cogido a otro que "encaja mejor". Pues nada, oye. Besis.
Este jueves me presento a un examen para una plaza pública, en un lugar en el que los puestos ya tendrán nombre, la gente conocerá las preguntas, y sin puntos por publicaciones o valenciano.