//=time() ?>
Lleve, lleve sus estampitas del Gatito de la Oración para que siempre tenga protección y ayuda de su patita santa.
—¿Cómo te fue hoy, tesoro?
—BIEN, AMÁ, ME PASARON A DECIR EL JURAMENTO A LA BANDERA.
—¿Y qué tal lo hiciste?
—ME DIJERON QUE ESE NO ERA EL JURAMENTO, QUE ERA EL PADRENUESTRO REVUELTO CON “ATRÁPALOS YA”.
—Ay, cariño. ¿Y qué contestaste?
—QUE ME LO ENSEÑASTE TÚ, AMÁ.
—Oye, te mandó saludos la gata.
—¿Cuál gata?
—¡La que te lame la pata!