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Pequeño Pantera Negra #175 (Miguel Quesada Cerdán, Pedro Quesada, 1958)
Pero mono, tampoco te flipes, que en tu corta vida con el chaval en cueros has visto cosas mucho peores que ese braquiosaurio.
¡Más fuerte, muchachos! (Giuseppe Colizzi, 1972)
Aventureros del Aire de hostia fácil se enfrentan a la mafia del diamante en honor a un entrañable Herman Toothrot.
Adorable y simpatiquísima. Es quizás la peli en la que más veces se ve sonreir a Bud, y eso da mucha paz.
Roberto Alcázar y Pedrín #57 (Eduardo Vañó, José Jordán Jóver, 1947)
En esta casa se guarda devoción ABSOLUTA a las historias pertenecientes al arco de El Hombre Diabólico, hombre por favor.
@Cmoran57 - ajaj así es Peter ajaj (procede a realizar un acto de conducta social gravísimo y no correspondiente al modus operandi de una popular franquicia para todos los públicos).
- Oh Dios mío Lois, Knuckles está procediendo a realizar un acto de conducta social gravísimo y no correspo
One Piece, Marineford (Hiroaki Miyamoto, 2008)
Una vez más, Oda da una lección sobre cómo hacer un buen shonen, con un éxodo y odisea brutales en las que arriesga a tope con una alineación diferente de protagonistas, una epicidad apabullante e inolvidables momentos. Menuda caña.
El Corsario Negro (Vincenzo Gicca Palli, 1971)
La recordaba como la más floja del dúo Spencer/Hill, y lo sigue siendo. Una intento de Errol Flynn con poca chispa, personajes muy desaprovechados y dirección bastante culera. Ser piratas no era lo suyo.
Obsolescence (Jesús Martínez Tormo, 2020)
Un apabullante, cruel pero a la vez hermoso cortometraje sobre que los seres humanos somos un poquito la mierda, está bien que de vez en cuando nos hagamos autocritiquilla.
Ciertos toques guays de animación Tokyo Movie Sueisha, also.
El Bueno de Cuttlas (Calpurnio Pisón, 1990)
El mejor exponente del minimalismo en el mundo del cómic llevado al celuloide, una terrible y salvaje historia de venganza que ni Sergio Leone se atrevió a dirigir.
Le llamaban Trinidad (Enzo Barboni, 1970)
Un otakito que no se baña y un amongus suplantando al sheriff han de salvar a unos amish de la malvada burbuja inmobiliaria.
Un carismático clásico del cine. Bud y Hill harían mejores, pero ésta fue la pionera y merece crédito por ello.
Roberto Alcázar y Pedrín #111 (Eduardo Vañó, Pedro Quesada, 1947)
Desde una batalla campal en un barco hasta persecuciones en la ciudad, está claro que la saga del Hombre Diabólico fueron un antes y un después para el folletín de aventuras patrío. Menudo subidón, colega.