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Urano, siguiendo el orden del sistema solar, es el planeta que rige los cambios abruptos. A nivel psicológico manifiesta la individualidad más excéntrica, y aquello que nos diferencia, y hace únicos en nuestra especie.
En cambio, nuestro buen amigo Saturno (Capricornio) simboliza todo lo contrario: LÍMITES.
Hablamos de dificultades, problemas, limitaciones, y retos.
Pero entonces también hablamos de la capacidad de planificación, estructuración y determinación para superar barreras.
Júpiter (Sagitario), el gran gaseoso de nuestro Sistema Solar.
El gas es un elemento expansivo. Cuando algo pasa de estado sólido, a líquido, y posteriormente, a gaseoso, sufre un curioso fenómeno de EXPANSIÓN.
En contraste están Marte (Aries) y Venus (Tauro + Libra).
Respectivamente muestran una parte de nosotros que está asociada a los deseos. Ambos planetas muestran polaridades muy distintas. Mientras que marte es un planeta que se mueve por lo que desea, Venus es experta en atraer.
El siguiente planeta es Mercurio.
Mercurio es un planeta asociado a la parte del ser encargada de ordenar, clasificar, entender y gestionar los pensamientos y la información.
La posición de este planeta determina nuestra manera de pensar y entender el mundo a nuestro alrededor.
[Abro hilo, que me expando]
El cordero de 7 ojos y 7 cuernos.
La primera vez que escuché de esta figura mítica no le di mucha importancia, pero de un tiempo a esta parte los lenguajes simbólicos me tienen fascinado.
@95xeko69 Aquí está Google alimentando mi disforia.