Perdida en la inmensidad de un mar cristalino donde lo real se confunde
con lo irreal, llegué hasta la isla de tus manos, que fueron un bálsamo de paz infinito donde me resguardé para siempre.


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Con manos de piedra
recoge los pedazos
la Madre Tierra,
exiguos los retazos
de flora herida.

Un hada refulgente
atenta cuida
cada resto de vida,
les regala su magia
y un gran loto de plata
los ilumina.

-ALDA-

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Incansable belleza
es el paisaje que va y viene
en colores y perfumes
formas que corren
tierra con olor a mirada
aguas que consagran
sonando en lo que ves
es solo la pureza
de la señorial naturaleza
que galopea en el paisaje
en sus eternos viajes.

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