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Un día bajaste
a media noche,
recorriste las calles
y dejaste una huella
de pasión por bares.
Todos escucharon
tus gemidos
en la mirada,
mas el reporte
de la policía
fue "desorden público"
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Puedo rodar
horas
en la cresta
de las olas
y tú mirarás
con deseos
de verme
caer, cual
adorno de fuego
y luz.
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"Yo te poseo
sin tocar nada"
y sin embargo
me sientes
dentro,
donde el alma
(no tienes)
en pugna
con tus huesos
se sacude.
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Yo te leo
similar
a una oportunidad
disparada,
en los brillos
aún vulneras
lo sagrado
y gozas
el roce eterno.
58/100
Yo te veo
igual
desde siglos,
una deidad
agónica
con pasado
rancio
de tanto escarbar
bajo él.
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Hasta el cielo
dobla sus puntas
cuando apareces,
las estrellas
se parten
por millones
y tú
fanfarrones
una entrada
a todas luces.
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Hasta las parejas
acuden
a la diabólica
sabiduría
de tu amargo
beber
incontrolable.
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Hasta los peces
con sus colas
tratan de robar
el reflejo del mar.
Saborear
las consecuencias
de perder aire
con tal de tu brillo.
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Hasta el silencio
aprieta los dientes
antes del golpe,
guarda el dolor
de saberte
por encima
de sus posibilidades.
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Hasta el viento
busca en sus recovecos
aire plateado
y se congracia
con tus desnudos
en vivo
y ardiente.
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